En una ampliación presentada ayer, desde Madrid, la ex primera dama Fabiola Yáñez aporta narraciones dramáticas a la denuncia por violencia de género contra el ex presidente Alberto Fernández. Habla de la incitación a un aborto, y de patadas en el estómago. En concreto, menciona que el ex mandatario tuvo una desagradable reacción a la noticia de su embarazo. “Hay que resolverlo. Tenés que abortar”, le habría dicho, según contó Yañez.

Además, la ex primera dama agregó que durante otro embarazo recibió de Fernández patadas a su estómago. La Justicia no descarta que se haya producido una pérdida de embarazo en 2021, cuando ambos residían en la quinta de Olivos.

“Comencé a sentir los primeros síntomas del embarazo y ni se lo podía comentar porque para él no existíamos, ni yo ni ese bebe. Y ahí caí en quizás una de las más graves formas de violencia, la reproductiva, ya que través de sus acciones e incluso sus omisiones (silencio, abandono, desprecio, reproches) fue vulnerando mi autoestima, mi autonomía”, relató Yañez, en la presentación, de 18 carillas.

La violencia comenzó antes de que Fernández fuera electo presidencia. “Tenía que responder sus mensajes cada tres minutos, por lo que opté por dejar de salir, y de frecuentar amistades. Estaba obsesionado con que si salía era porque lo engañaba. Lo insólito era que mientras yo me quedaba en casa con una amiga a cenar para que él saciara su sed de control, él salía para estar con otras mujeres, lo que finalmente descubrí”, agregó.

Yañez contó cómo quedó embarazada y en qué contexto. La pareja se había comprometido en mayo de 2016, en París; pero según relató, este episodio habría sido antes. “Estando conviviendo y en virtud de los planes de compromiso, confiando en sus dichos respecto de querer tener otro hijo conmigo, y formar una familia, resultó que al escaso tiempo de convivir quedé embarazada. La alegría y la sorpresa de mi parte era inmensa, hasta que se lo conté a él. En ese momento, nuevamente apareció su deprecio y rechazo. Me dijo ‘esto no puede pasar, estoy en shock’. Comenzó a hostigarme con que era muy pronto, que no estaba listo aún, que no me había presentado a su hijo (Estanislao)”, dijo Yáñez.

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Y agregó: “Comenzó su plan de desprecio, para empujarme a llevar adelante la peor decisión. Comenzó a ignorarme por completo. Vivíamos en la misma casa, pero dejó de hablarme. No me dirigía la palabra. Pasé a ser un mueble en mi propio hogar y cargando a su hijo en mi vientre. Me decía ‘no puedo decirle a nadie que voy a tener un hijo con vos en tan poco tiempo; hay que resolverlo, tenés que abortar’”.

La causa

Se espera que la ex primera dama declare hoy en la causa, vía remota, ante el fiscal federal de Comodoro Py Ramiro González, y de la fiscala Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM).

En la presentación realizada en las últimas horas, Yáñez afirmó, además, que el maltrato, el hostigamiento, el desprecio, las agresiones y los golpes eran constantes, durante su relación con Fernández.

Yáñez asistió ayer al consulado argentino en Madrid para certificar su firma para que su abogada pueda presentarse formalmente en el expediente. La ex primera dama pidió encuadrar penalmente los hechos como actos de “violencia de género” y lesiones graves, agravados por el vínculo y por haber sido cometidos bajo abuso de poder y autoridad, en concurso real con amenazas coactivas. En este contexto, la abogada Mariana Gallego se presentó como defensora de la denunciante y pidió ser querellante en el expediente.

Se reivindica inocente

En medio de este escenario que lo tiene en el ojo de la tormenta, el ex presidente dio sus primeras declaraciones públicas extendidas en una entrevista con el diario El País, de España. Negó haber ejercido violencia física sobre la ex primera dama: “Yo no la golpeé”. Sin embargo, admitió que la relación estuvo rodeada de peleas y de discusiones. Reafirmó no saber cuándo ocurrieron esos intercambios de mensajes. Insistió en que el contenido de la denuncia es falso y consideró que Yáñez la llevó adelante porque “alguien la incentivó con otros fines”. Y sugirió que detrás de todo esto “hay un aprovechamiento político” del Gobierno de Javier Milei.

“En muchas ocasiones pasé por situaciones casi de asfixia personal por las circunstancias que me tocaba vivir”, dijo.